Desde la antigüedad, la criminalidad ha ido de la mano con el castigo, los años y la modernización del sistema judicial permitieron que cambiase su nombre y el objetivo del mismo, iniciando con una idea equivalente al “pagar por el delito”, hasta la actualidad con una idea más dirigida al “responder por el delito y reformar al delincuente”, a pesar de que, la idea puede parecer similar, su proceso es contrario a las producidas en antaño.
El tema penitenciario nacional, o en otras palabras conceptualizadoras y simplistas “lo que ocurre una vez se penalice el delito” es una experiencia que trabaja por fases.
Es reconocible como una vez dentro del sistema penitenciario, se inicia un recorrido para la orientación del individuo, explican las normas al nuevo integrante y a los familiares del mismo, con el objetivo de buscar una reinstitución a la comunidad con verdaderos valores como la empatía, la responsabilidad y la cooperación con otras personas, que el privado de libertad busque un papel determinante en la sociedad una vez sea liberado, además de aprender a comunicarse y crear vínculos personales con los demás.
Estando dentro de la penitenciaría se contemplan varias de las fases del proceso de rehabilitación. Se conoce la situación del privado de libertad, permitiéndole un trato individual, que se adecúe a las necesidades psiquiátricas del sujeto y se habla sobre los nuevos derechos y deberes que tienen dentro de la penitenciaría.
Una vez transcurrido el inicio del proceso de acompañamiento, los esfuerzos del individuo se dirigen a el proceso de egresión, lo cual se concibe como una fase donde gradualmente va cumpliendo ciertas capacitaciones que ayudan a progresar dentro de su sanción. Donde el privado de libertad también tiene el derecho de exigir el tipo de atención interdisciplinaria que le sea necesario y cuando este lo solicite, si es que así lo requiere en todo caso se le asignaría un psicólogo, una atención médica física o la mediación profesional que a la que se induzca.
Su estancia en la penitenciaría de prolongaría o se reduciría dependiendo del comportamiento que este adapte, permitiendo a lo que se llama “libertad condicional”, siendo así, un premio por buena conducta y la realización de sus actividades correctamente.
En los últimos años se ha estado refiriendo a un nuevo programa llamado “modelo de oportunidad” permitiéndole al privado de libertad la posibilidad de estudiar y practicar alguna carrera dentro de los parámetros de la cárcel, la cual incorporaría el estudio de una capacitación para un trabajo después de la rehabilitación.
No es un sistema perfecto, pero es innegable que permite la reincidencia, promulgando un ambiente más anuente a dar oportunidades y traer individuos con corrompidos a ser parte nuevamente de la sociedad.
Pregunta Formuladora: ¿Qué le añadirías al sistema penitenciario para una mejor resolución del proceso de rehabilitación de los individuos?
Referencias
Campos, A. (2022). La violencia social como problema de salud pública. En A. Campos, Violencia Social (págs. 233-244). San José: EUNED.
Poder Judicial. (2009). Organismo de Investigación Judical. Obtenido de Declaración Estratégica: https://sitiooij.poder-judicial.go.cr/index.php/institucion/bienvenida
Zúñiga, R. (2021). Fundamentos de criminología. San José: EUNED.
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